Porque después de 5 años en la fac de filos y de años y años sabiendo los entretelones de las ferias del libro (enormes y chiquitas), después de años rodeado de gente dedicada a las letras y de tallerear y tallerear poesía en voz alta en todos los formatos y para todo tipo de poblaciones, en todos los contextos posibles… me di cuenta de que en un país como México, un libro es un muro más que un puente. Un libro es una herramienta endogámica más que una que facilite el encuentro con el público meta al que yo quería llegar. Un libro te encierra en la tribu de los que hacen libros para los que leen con los ojos pero te aleja de todos los demás que leen con los oídos. Me daba miedo espantar al público de mi día a día con un libro mío y preferí durante muchos años los videos, los eventos, generar experiencias interdisciplinarias comunitarias en vivo y gracias a mis dúctiles letras en estos formatos recorrí todo el país y muchos lugares del extranjero siempre con la pregunta… ¿un libro para qué si tengo todas las otras opciones?, ¿un libro para qué si es tan elitista?... Sin embargo, al acercarme a mis quince otoños de carrera, el instrumento libro se me presenta como una manera de guardar memoria y también resulta que hemos estado rodeados de mucha muerte, de miles de historias que cambiaron para siempre desde el 2020... así que decidí generar un trabajo de parto y nacer a la palestra impresa antes de que la muerte venga también por mí. Al elegir estos apenas 15 textos me di cuenta de que múltiples vetas se presentaban ante mis ojos para futuros rojo retoños impresos y esa sola idea en medio del abismo pandémico me dio esperanza de seguir escribiendo-viviendo-soñando realidades posibles. El libro sigue siendo una espada de dos filos en mi manera de ver el mundo pero si bien llegué hace 15 años a intervenir-hackear la res poética, he decidido que la res impresa también puede ser mi aliada, siempre y cuando logre ser dúctil y sea siempre un medio y jamás se vuelva un fin en sí… (todo esto será y es un experimento, por supuesto, mejor dicho: un proceso)... Bienvenidos sean pues a este proceso, a esta flor multi platafórmica que se abre pero que jamás estará ceñida sólo a la tinta física o digital. Este libro es agua y será salsa molcajeteada, estornudo en el aire o gota de lava llena de amor. Este libro es un virus y se cura y se expande en videos, sonidos voladores, musicales raperos, playeras, besos, abrazos y futuras cepas multivérsicas. Átomo y legión es este aviso más que prólogo.
Escúchame (florecer)(rizomar)(gritar) con los ojos…
y que comience el vals…
Rojo Córdova. (Ciudad de México, 1986). Poeta-performer, tallerista, gestor/promotor cultural, productor, antologador, actor y escritor enfocado en explorar las posibilidades de la oralidad, el hip hop y la lírica interdisciplinaria. Es reconocido por ser uno de los principales impulsores de los eslams de poesía y spoken word en México. Su obra incluye poemas en soporte audiovisual así como impresos (algunos traducidos al inglés, holandés y alemán); incursiones en el teatro, instalación sonora, arte acción y cine (Hecho en México, de Duncan Bridgeman; y Somos lengua, de Kyzza Terrazas). Fue finalista de los Premios Ciudad de México 2016 en la categoría Actividad Escénica del Año por el ciclo anual Micrófono abierto: lo que se lee con el oído, que coordina y conduce cada mes en el Museo Universitario del Chopo. Su ciclo de eslams de poesía en el Centro de Cultura Digital es reconocido por ser el más longevo de la República Mexicana con 54 eslams organizados y conducidos mensualmente desde junio de 2012 hasta septiembre del 2018. Parte de su obra fue mencionada y analizada en los libros Beyondthe Page. Poetry and Performance in Spanish America, de Jill S. Kuhnheim, editado por University of Arizona Press (2014); y en GUIDA LIQUIDA AL POETRY SLAM. La rivincita della poesía, de Dome Bulfaro, Agencia X, Milán, Italia (2016).
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